balonmano de otra epoca

balonmano de otra epoca

lunes, 25 de julio de 2011

BALONMANO EN COLOR SEPIA VI

          Hace unos días estuve por el edificio de la D.G.A de San Pedro Nolasco y al pasar por el patio de entrada me afloraron los recuerdos. Pocos pueden pensar que ese patio, antiguo recreo del colegio Maristas, fue en su día una cancha de primer nivel nacional.  En ella jugaba el Ademar sus partidos de la liga nacional de balonmano.
En el recreo, los fines de semana y para los grandes partidos, instalaban una grada metálica para los partidos.  La grada solo cubría una banda y en el resto del campo los partidos se seguían con los espectadores en la misma línea de fuera, prácticamente como en un partido escolar.
Por allí pasaron los mejores equipos de la  España de la época, Granollers, Barcelona, Atlético de Madrid (parece que este año vamos a disfrutar de esa histórica  camiseta otra vez en la Asobal), Obras del Puerto, Salleko, etc. Allí teníamos, al alcance de la mano a los mejores jugadores de España, De Miguel, Medina, Alcalde, Pitiu Rochel, etc. Aquel Ademar hizo grandes campañas, en casa la cancha era una caldera.  Los partidos se jugaban los domingos a las 12 de la mañana y los partidos de los equipos de divisiones inferiores se solían programar de forma que a la hora del partido del Ademar, todos estuviéramos allí y así ocurría. Nos lo pasábamos en grande.
Quisiera en este punto decir, que aquel Ademar tenía muy buenos registros, no disponía de grandes figuras, pero si de grandes jugadores con un espíritu tremendo, por ejemplo en la campaña 65/66 se quedaron cuartos en la liga, puesto que todavía queda lejos del actual CAI (algún día llegará). Siento no tener en el recuerdo los nombres de todos, me suenan, Gracia Goñi, Aznar, Ochoa……
Me parece importante decir, que la Historia está para recordarla y aprender de los errores. Y digo esto porque en la temporada 68/69, se hizo cargo del Ademar el Real Zaragoza de Fútbol y aquello solo sirvió para quedar últimos descender y producir la subsiguiente desaparición del equipo y del balonmano de élite en Zaragoza. Insisto en esto porque cuando el equipo rector actual propietario del Zaragoza tomó posesión, dijo que también se podría intentar ser referentes en algunos otros deportes como baloncesto o balonmano,etc. Los recuerdos se me amontonaron y mis sensaciones no fueron buenas. Me parece que hasta la temporada 78/79 no volvió a aparecer  el Helios por la categoría máxima del Balonmano.
Por Helios seguíamos con nuestras cosas a veces curiosas. El Ebro por aquel entonces estaba menos regulado que ahora y las inundaciones y avenidas en primavera eran espectaculares. Un día que jugábamos en casa y nos arbitraba Isabelino, creo que era con el Giesa, la crecida vino tan deprisa que hubo que parar el partido y salir precipitadamente de Helios, corriendo por la arboleda de Macanaz con la ropa debajo del brazo, para no quedar aislados. La moto del padre de un jugador no pudo arrancar y el hombre mojado hasta las rodillas la tuvo que abandonar allí, nosotros acabamos saltando unas vías del tren que entonces pasaba cerca de allí para poder alcanzar el puente de Piedra.
            Me hace mucha ilusión contar que entre los contrarios que me tocó marcar y enfrentarme, un día estaba Fernando De Andrés. Para los menos versados decir que este caballero llegó a ser capitán de la selección Nacional y del Barcelona, 112 veces internacional que para los partidos que se jugaban entonces supone un record espectacular. Por  aquel entonces jugaba en el Eguía de San Sebastián. Se me asignó marcarle cuando saliera de extremo y eso hice y la verdad que a eso me dediqué y acabe contento. Menos contento quedaría, me imagino el lateral que defendía a mi lado, por que las ayudas le debieron llegar con cuenta gotas. Aprovecho el momento para recordar a su hermano el atleta Alfonso Carlos De Andrés,  fallecido no hace demasiado tiempo y del que hablé, en otro sepia, de cuando le conocí en el San Fernando.
            Otra anécdota que puedo contar de la época, es que se iba a celebrar la Olimpiada de Méjico y la antorcha Olímpico andaba recorriendo el mundo y estaba previsto que pasara por Zaragoza. Los preparativos incluían la selección de deportistas para cubrir los distintos recorridos y formar los relevos. En Helios todos estábamos eufóricos y deseando participar incluso hubo algunos ensayos. Los relevos se hacían con un portador y cuatro escoltas que se iban pasando la antorcha durante unos Kilómetros. Finalmente la desilusión llegó y en Helios los elegidos para participar fueron los de la sección de remo, que hicieron el relevo a la altura de El Frasno en la carretera de Madrid. A los de la sección de balonmano solo nos quedó la decepción y ver la equipación que les habían regalado, incluida camiseta con los aros Olímpicos.
           
                                                                       Buen balonmano y buena suerte


Fdo: Handval

domingo, 17 de julio de 2011


Balonmano en color sepia III

Zaragoza a 7 de marzo de 2009

Aquel equipo de Santo Tomás finalmente se fue desmembrando. El entrenador Salvatella se fue a Barcelona para estudiar económicas. Enrique Oteo (el portero campeón de España), Manolo Decodes (tenía una derecha como un cañón) y yo con el plus de mi zurda, nos fuimos a entrenar, con los juveniles del Club San Fernando.

Por aquel entonces había en Zaragoza, el siguiente plantel de equipos de primer nivel: el Ademar en División de Honor ( primer nivel, hoy Asobal) y Helios, Hípica y Club San Fernando en Primera Nacional ( segundo nivel). Como veis el nivel no estaba nada mal. ¿ Nos podríamos imaginar que hoy hubiese en Zaragoza un equipo en Asobal y tres equipos en División de Honor B ¿. Bueno la verdad  es que Primera Nacional tenía sectores, pero el sector de Aragón se formaba con Vascongadas (entonces se decía así lo que ahora es el País Vasco o Euskadi), Navarra, Cataluña, etc. Como veis aquel Sector era duro.

El Club San Fernando estaba auspiciado por los estamentos oficiales de la época, pero en el hecho deportivo tenía un gran peso. Tenía secciones de Atletismo con atletas de rango internacional como Alfonso Carlos de Andrés por ejemplo, Grecorromana donde destacaban los hermanos Feo con diversos campeonatos en su currículum, me suena que alguno de ellos paso a la lucha libre profesional. Aquí me apetece decir, que los sábados por la noche, en la Plaza de Toros, en verano, había combates de Lucha libre, con mucho público que acudían a  ver a  Catarecha y sus cabezazos, Félix Lambán y su corbata, el Inca Viracocha, Tony Rubio, etc. por lo que el invento del Wrestling no parece de los Americanos. También había  disciplinas de Halterofilia,  y por supuesto de Balonmano. Todas  las secciones  eran de gran nivel.

El San Fernando tenía su sede en lo que llamábamos la piscina de la Ciudad Jardín, el campo de balonmano estaba junto a la piscina. Como os podéis imaginar mas de una vez nos tocaba mojarnos para rescatar el balón.

Cuando llegamos los de Santo Tomás nos llevamos una sorpresa, pensábamos que íbamos fichados y en realidad nos encontramos con un montón de chavales entrenando  para ver quién se quedaba.

El alma del equipo de  balonmano del San Fernando, era Mariano Ibáñez, un muy veterano (por edad real) que vivía el balonmano con una intensidad espectacular y con una gran sensibilidad. Dotado de una gran clase su juego impartía lecciones. También estaba Liqui  un Pivote grandullón que formaba una sociedad tremenda con Mariano, eran temidos en el ambiente aquel del balonmano Zaragozano (este Mariano me recuerda en muchos aspectos a otro que actualmente tenemos cerca).  Liqui era un superdotado para el deporte, su apellido era Aguas ( alguno lo recordará como delantero centro del Aragón o Juventud). Algo así se llamaba entonces el filial del Real Zaragoza de fútbol.

El verano avanzaba y nadie nos decía si íbamos a quedarnos fichados. Una noche en el vestuario dije en voz alta “ pues si no me dicen pronto si me quedo tendré que dejar de venir”, se volvió Mariano Ibáñez y dijo “ tu olvídate  que te quedas “. Aquello  alivió mis ansias.

Finalmente formaron dos equipos juveniles el primer equipo San Fernando y el segundo que le llamaron Antorcha. Los de Santo Tomás formamos en el primer equipo. Aquella división entre primero y segundo equipo dibujo en el ambiente algún sin sabor, pero quedó en nada serio. Fue muy gracioso que en  aquella noche en el partidillo de entrenamiento al hacer un cruce y amagar el tiro a puerta se me escapó el balón y me salió una bola blanda liftada que entró por la escuadra (solo yo sabía que se me había escapado el balón, bueno y Mariano que a solas me lo recordó)

Aquel verano practicamos muchos cambios tácticos, defensa 5-1 y 4-2. Ataque  con dos pívots, mucha salida al contraataque, defensa al hombre, etc.. Comenzó la temporada, que era mi última de juvenil y la verdad es que disfrutamos mucho jugando, estaba deseando que llegase el domingo para jugar el partido. Aquella liga dejé el extremo y jugué de lateral zurdo en ataque (hasta entonces había atacado siempre de extremo defendiendo de interior y digo de interior porque entonces al lateral se le decía interior) . Hicimos una buena liga.

Una buena anécdota de ese año fue que al bueno del portero Oteo, un día le dieron un balonazo en la cara y no se nos ocurrió otra cosa que aliviarle dándole en toda la cara un buen tratamiento de “linimento”. Aquello se puso muy feo, el carrillo empezó a ponerse de color berenjena, varias semanas después aquello seguía pintado mal. Finalmente desapareció. Lo pasamos muy mal aunque con el tiempo nos hemos reído mucho de aquella historia.

En la esquina de la Ciudad Jardín había un bar que aún está y se llama Montesol. El padre de Manolo De Codes, que a veces nos venía a ver, nos ofrecía primas, que consistían en Coca Colas y tapas al acabar los partidos. Nos poníamos morados, pero eso sí, teníamos que ganar.

Recuerdo siempre el torneo Social de la sección de balonmano que jugamos aquel verano. Se formaban equipos con jugadores de balonmano y otros deportistas de las distintas secciones de Atletismo, Grecorromana, etc. A mí me tocó formar en el equipo de Liqui, ganamos todos los partidos y nos quedamos Campeones. El torneo se llamaba Galletas Asinez (siempre ha habido patrocinadores desinteresado). El trofeo además de la Copa incluía dos cajas de galletas para cada jugador. Me fui muy ufano con mis dos cajas de galletas para casa. A veces mi mujer me recuerda que lo mas serio que gane en el balonmano fueron dos cajas de galletas y unas cuantas roturas de dedos.

Como  anécdota de aquel torneo decir que en uno de los equipos a los que nos enfrentamos jugaba Alfonso Carlos de Andrés, gran atleta español, con distintos records españoles en jabalina, peso y disco. Por ejemplo lanzó jabalina en la Olimpiada de Roma del 60.  Cuando se te  avalanzaba hacia la barrera para tirar a puerta era impresionante y sentías un escalofrío  rogando que encontrase hueco ( no se porque ahora recuerdo los arreones de Vatne). Una vez que  le dio al larguero, hubo que volver a poner la portería en su sitio,


Así éramos entonces y así nos divertíamos.

                                                            Buen balonmano y buena suerte.
Balonmano en color Sepia IV

Zaragoza a 10 de abril de 2009

Me ha producido una gran alegría ver la aparición de ARTILLERIA EN SEPIA .Creo que habrá mucha gente con mas opciones que yo, que podrá aportar relevancia a esta sección. Yo voy a seguir con mis cosas.

Recordaba en el artículo anterior mi paso por el Club San Fernando. Aquella temporada (estamos hablando de los años sesenta del siglo pasado ) mi juego, creo que sufrió una progresión importante. Era mi última temporada de juvenil y de varios equipos me llegaban propuestas de fichaje. En Helios tenía algunos amigos y también me trajeron comentarios de propuestas de posible fichaje.

Se concertó un partido amistoso al final de la temporada entre el San Fernando y Helios. En aquel partido yo me quería lucir y la verdad es que creo que lo conseguí. Mi tiro de cadera con la zurda parece que gustaba mucho y aquel día lo utilicé varias veces con buen resultado. Al finalizar el partido Jaime Romero entrenador del segundo equipo de Helios habló del tema y ya me fui con ellos para fichar.

Aquello se concretó y yo estaba como en una nube, ir a Helios me parecía lo máximo. Tengo que decir, en este punto, que Helios en aquella época era un Club de gran categoría a nivel nacional. No solo estoy hablando de Balonmano, este Club disfrutaba de gran prestigio en los primeros niveles del deporte nacional. Solo hay que recordar sus equipos y secciones deportivas como el Helios referente del baloncesto español de la época, Waterpolo, quién no se acuerda de lo que hizo este equipo (Jané incluido) en remo y piragüismo había distintos campeones nacionales, en tenis se podía disfrutar viendo jugar a algún Top Ten, en jockey sobre patines se luchaba por el ascenso con los equipos catalanes, por no hablar de, pelota mano, pala corta, etc. ( los partidos de Javier Minguez y su tío haciendo pareja abarrotaban el frontón), también estaba la sección de natación y sus logros, etc.

Los fines de semana Helios era un espectáculo completo, la gente en pleno invierno abarrotaba las instalaciones desde las primeras horas y disfrutaba viendo los partidos de primer nivel y competiciones que se desarrollaban en todos los deportes. Allí muchos pasaban el día, que lo podían completar hasta con misa, vermouth y menú-comedor. Por desgracia este Club como algunos otros, fue muy perjudicado por la irrupción del profesionalismo en el deporte y con el tiempo fueron perdiéndose de las posiciones privilegiadas que habían conseguido con tanto esfuerzo, pero es bueno recordar lo que han significado.

En la sección de balonmano de Helios estaba el primer equipo ( segundo nivel nacional) luchando siempre con ilusión puesta en algún día ascender a la División de Honor, y el segundo equipo (tercer nivel) al que me incorporé con mi fichaje.

Hay muchas anécdotas que podría contar. Una de ellas por ejemplo, sería que las plantillas estaban formadas por jugadores de la cantera del propio Club y los fichajes de externos o extranjeros (algunos utilizaban este término), yo claro era de los externos. Lo curioso del tema era que al fichar a los externos nos daban carnet de socios deportivos y no pagábamos ni la mensualidad de socio, ni anualidad, ni la aportación a fondo perdido que se pagaba en estos Clubs y que era de importante cuantía. La mensualidad de socio, que no pagábamos eran 75 pesetas, cantidad importante para aquellos tiempos y que nos salpicaba de cierto tonillo profesional. Algún comentario se daba de que además de no pagar jugábamos buenos minutos.

Tal era la ilusión que me había producido el fichaje que alardeaba de él en cuanto podía. Tenía un primo pequeño al que le contaba y no paraba. Resulta que aquel chaval con el que yo trataba de fardar era un tal Juan Carlos Val Terrer que con el tiempo sería velocista campeón de España, equipo nacional 4X100, Juegos del Mediterráneo, etc., y yo contándole mis pequeñeces. Por desgracia está fallecido.

 En la plantilla a la que me incorporé había muy buen rollo, estaban entre otros: Saxo ( José Antonio Sobradiel, prefería el apodo) gran lateral, con mucha envergadura, recuerdo sus apariciones en partidos del equipo nacional cuando salía del banquillo a lanzarles los penaltis a equipos importantes como el Bidasoa, etc. Ernesto Guillén, otro lateral que tubo recorrido en el nivel superior, su primo Alberto que jugaba de extremo, Mariano Peralta (un extremo diestro que practicaba el tiro rectificado), Moisés un pívot de no mucha talla pero grandes resultados, el portero Julito Vélez (muy espigado y un poco loco, dicho con cariño, como todos los grandes porteros), el otro portero José Ignacio (con maneras de Fútbol), Tano (central con gran coraje) y los zurdos que éramos Vallespín y Yo. Siento si me dejo algunos. El entrenador era, como ya he dicho antes Jaime Romero.

Con aquella buena gente, con la que pasaría grandes momentos, comencé muy ilusionado mi nueva etapa en Helios.

Entre nosotros decíamos que jugábamos a balonmano y nos pasaba desapercibido que con nuestras pequeñas aportaciones y dedicación estábamos ayudando a impulsar este deporte nuestro.

  
                                                          Buen balonmano y buena suerte.



 Fdo:  Handval

Balonmano en color Sepia V


Zaragoza a 15 de junio de 2009

Hoy con la temporada del CAI Aragón acabada, con el bonus de la EHF casi conseguido y con la formación de una nueva plantilla ilusionante me siento relajado y con ganas de volver a mis historias.

Recordar que eran los años 60,  había finado mi época de juvenil, había fichado por Helios y comencé a jugar en el 3º nivel nacional. El equipo  pese al concepto amateur de sus fichajes tenía un tono profesional en sus maneras. Los entrenamientos tenían gran intensidad y duración, allí estábamos lunes, miércoles y viernes entrenando desde las 20 horas a las 21:30 horas. Querría contar en este punto que el puente de Santiago no existía y que había una pasarela de peaje en su lugar, es decir  pasar a entrenar a Helios nos costaba dinero pero peor fue cuando desactivaron la pasarela y nos tuvieron unos años que teníamos que dar la vuelta por el puente de Piedra para cruzar el río, algunas veces Mariano Peralta venía con la furgoneta de su empresa familiar (pescadería) y nos montaba a todos para pasar el río. Gracias por su esfuerzo pero el olor a pescado resultaba muy persistente. A veces nos metíamos en la Dos Caballos (citroen) seis u ochos colegas.

Nuestro equipo entrenaba con el de superior nivel (primera nacional), que entrenaba Juan Antonio Mazón (con el que coincidí alguna vez en el Pabellón Príncipe Felipe pero actualmente fallecido). En aquel equipo había un nivel tremendo (primera nacional era el  segundo nivel nacional). En el estaban los porteros Arilla  (con maneras de fútbol). Tierra (con unos pies espectaculares). Luisín Chicot (todo clase) su hermano Pedro José (su obsesión por sus estudios era enseñarnos a calentar, para evitar lesiones.). Félix Furquet y su hermano Carlos. Por cierto la primera vez que vi una vaselina desde el extremo cerrado, se la vi hacer a Félix y se la marcó nada menos a Hualde el portero entonces de la selección y del Anaitasuna de Pamplona, entonces uno de los mejores equipos de España.

También jugaba de lateral Figols (industrial del mercado Central). Se da la anécdota de que aquel año cambiaron la equipación al primer equipo de Helios y nosotros la heredamos. A mi me tocó la de Figols, que como tenía un cuerpo generoso me venía grandísima. Esto ha permitido que esa talla me sirva todavía actualmente. Este chándal ha recibido cierta “fama” al aparecer en alguna foto en el blog de la Artillería Naranja. Tiene la friolera de más de 45 años. Lo guardo como una reliquia y si alguna vez se crea una sala de “La historia del balonmano” no me importará donarlo.
El hecho que mas me impresionaba en aquel momento, es que en el Helios de primera nacional, jugaba Andonegui jugador entonces de la selección nacional. Este amigo vino a estudiar medicina a Zaragoza y fichó por Helios siendo internacional en vigor. Era un lujazo entrenar con él. Marcar la camiseta de la selección nacional era algo especial  y lo digo porque alguna vez venía a entrenar con esa equipación. También aquello nos permitió participar en algún corrillo con Domingo Barcenas seleccionador nacional, ya que de vez en cuando vino a ver a Andonegui.

En relación con Domingo Barcenas tengo un recuerdo que me ha quedado. Jugábamos un torneo cuadrangular en la Hípica y en la banda estaba con un grupo de personas el seleccionador, salí a cortar un pase de lateral a lateral y recorrí el campo como una flecha y finalice el contraataque superando al portero con una bola blanda, volví lentamente a mi defensa y gustándome, al pasar por el grupo el seleccionador, este me dijo “ bien zurdico bien”. Esa frase se manejó mas de una vez por el vestuario y me la soltaban en lo bueno y en lo malo.

Por cierto, la copa que ganamos en aquel torneo la cogió Saso, dijo esta para mi casa y salió corriendo con ella.

Y aquí dejo estas historias para otro rato.

                                                                   Buen balonmano y buena suerte.

Fdo: Handval

BALONMANO EN COLOR SEPIA




Zaragoza a 17 de enero de 2009

No se si soy muy atrevido, pero hace tiempo que me apetece contar historias o  Historietas, anécdotas de balonmano viejo o antiguo, como de color sepia, casi diría de los inicios del mismo. Espero que a alguien le interese o por lo menos que lo lea. Si no es así prometo no repetirlo.

Yo además de nacer en 1949, nací zurdo. Esto  suponía un problema en la época, en los colegios nos llegaban a castigar por intentar escribir con la izquierda y en las familias sufríamos acoso por corregirnos. Este ¨defecto¨ en cambio me permitió acceder a jugar a balonmano. Corría el inicio de los años sesenta y yo hacía el bachillerato en el Colegio de Santo Tomás de Aquino, llegó al colegio un tal SALVATELLA, creo que a hacer  el preuniversitario, este ciudadano era un peso pesado del balonmano de la época, gran portero de la selección, de la orbita de Corazonistas .

Salvatella hizo muy buenas migas con el responsable de los deportes (solo fútbol) que se llamaba, JOSE MARIA ARA lo recordarán como colaborador del Heraldo en temas deportivos y creo que también en alguna emisora local. De ellos surgió la idea de intentar hacer algo de balonmano en Santo Tomás y la verdad es que lo consiguieron.

Aquí me gustaría explicar en que condiciones se empezó a jugar allí al balonmano. Santo Tomás estaba ubicado en una especie de Chalet gigante que había en el Paseo de Ruiseñores y de ¨recreo¨ se usaba la zona de atrás o antiguo jardín, un  terreno alargado y pequeño, donde el suelo era un pedregal, ósea tierra y piedras (que nadie piense en asfalto o cemento, que no). Tampoco había ni un conato de portería o canasta. Fue en aquel pedregal donde nos iniciamos a este deporte. Una de las tapias del terreno hacia como cuarterones y es lo que comenzamos a usar como portería.

 Pese a estos mimbres quiero adelantar que, en solo dos años, de allí salieron dos campeones de España integrando la selección regional de balonmano. Estos fueron Enrique Oteo (portero) y Miguel Ángel Ruiz De Lezcano (pívot). Este último quizá os suene mas, como Chirri II futbolista a posterior. Su hermano Javier Chirri I, que también venía al colegio, llego a jugar en el Zaragoza y en la Selección Española (sub. 23 creo).

En aquel pedregal, como decía y con un solo balón comenzamos a asimilar el juego, cruces, ochos, pases al pívot y sobre todo tirar a la portería de la pared. Cada vez que tocábamos el suelo acabábamos con sangre. Hay que decir que la tarea del entrenador Salvatella era muy difícil pero la hacía con mucha ilusión,  que al final nos llegó a transmitir. De todo aquello surgió el primer equipo de balonmano de Santo Tomás que se inscribió en la siguiente liga. Como no teníamos campo tuvimos que empezar a jugar los partidos siempre como visitantes, con el tiempo Corazonistas  nos dejaría jugar los partidos en su campo (que gran persona era el hermano Pedro su encargado de la sección de balonmano).

Con aquellos mimbres empezamos a competir, como yo era zurdo tuve fácil conseguir puesto fijo en las alineaciones, Tras un año duro aprendizaje en infantiles   comenzamos la liga  siguiente de juveniles en  la temporada 1964-65. Siempre jugamos en pista contraria. Tuvimos una liga muy tensa y dura. Ganamos por la mínima en los campos de Salesianos, Magisterio, Agustinos, en La Salle Montemolín ganamos de 4 y a la Escuela de Comercio le apalizamos 24 a 1 (los que jugaban lo hacían por que así aprobaban la asignatura de Ecuación Física) llegamos al último partida y nos la jugábamos con Dominicos, para quedar primeros en aquella liga.

Este Colegio estaba en la élite de la categoría en aquella época, también a nivel nacional. Vuelvo a recordar que nuestra Selección se quedó campeona de España y que mientras mi colegio Santo Tomás aportaba al combinado dos jugadores, del equipo de Dominicos iban casi todos. En este jugaban: Sergio Loidi (luego referente del balonmano aragonés, a veces nos tiraba penaltis haciendo giros de 360 grados), Luís Marqueta (gran lateral, su hermano Gustavo Marqueta sería recordman nacional de salto de altura), Antonio Piazuelo (jugador de una envergadura tremenda para la época, fue Diputado del Congreso en la primera legislatura de la Democracia y aún sigue en la política activa), Leandro Sospedra ( un Crack, privilegiado para el deporte, acabó en el fútbol profesional de primer nivel destacando en el mejor Castellón de la historia, en 2ª me suena que fue Pichichi), entre otros. En fin era un equipo que daba miedo. Otra gran estrella de ese equipo era su entrenado, el padre Huguet, todo un espectáculo en la cancha, parecía una especie de Zupo Equisoaín con sotana.

Enfrentarnos a aquel equipo nos producía una desazón tremenda, ellos habían arrasado en todos sus partidos pero la tarea que realizaron con nosotros tanto Salvatella como José María Ara, nos llevó a afrontar el partido con unas ganas tremendas.

El partido como siempre acabamos jugándolo en su casa, el recreo de Dominicos estaba a tope, parecía que todos los alumnos de los dos colegios estaban allí, ese día  hicimos una defensa Numantina, yo defendía en un lateral y mi compañero Genaro en el otro. La defensa era tremenda, acabando el primer tiempo Genaro atajó con el pecho un disparo y le quedó gravada en el pecho, con sangre , la medalla de la Virgen del Pilar que llevaba colgada al cuello. El partido estuvo interrumpido un buen rato. Reanudado Dominicos hizo un cambio táctico y los dos laterales se cambiaron de lado. Yo en mi lateral estaba atajando muy bien anticipándome a algunos tiros, pero con el cambio de laterales no me dí cuenta que mientras el uno armaba el brazo de arriba abajo el otro armaba el brazo de forma lateral. Recibí un balonazo en toda la cabeza, lo siguiente que recuerdo es verme en una aula del colegio rodeado de personas (alguien decía “y si no se despierta que hacemos”). Luego me comentaron que después de recibir el balonazo me levanté e intenté salir al contraataque. Cuento estás anécdotas para incidir en la defensa que hicimos, los Vatne de la época no pesaban mas de 64 Kilos.

También es anecdótico que el partido aquel quedaba en blanco y negro y no por que hayan pasado mas de 40 años resulta que Santo Tomás vestía de negro ( nos aliviábamos con camiseta blanca pero ribeteada en negro), Dominicos también vestía de blanco y negro (a rayas verticales), el árbitro por supuesto de negro y la banda también estaba llena de frailes Dominicos con sus túnicas en blanco y negro. Finalmente perdimos 16-12 nunca se nos olvidó que fallamos 4 penaltis y que jugamos en campo contrario. El lunes cuando volvimos al colegio Santo Tomás nos estaban esperando, y fue inolvidable.

Para finalizar doy las gracias a los que hayan tenido paciencia para leer hasta aquí (y a los otros también).

                                           Buen Balonmano y Buena suerte.



BALONMANO EN COLOR SEPIA II


Zaragoza a 1 de febrero de 2009
Ya se que comentar historietas del equipo de balonmano que se formó en el Colegio de Santo Tomás no es muy relevante, pero son mis vivencias y me apetece comentarlas. Los que leyeran el artículo anterior recordarán como acabamos la temporada a lo grande.

Comenzábamos la siguiente temporada (creo que la 65-66) y el primer partido de liga nos volvió a tocar jugarlo nuevamente con Dominicos. Nos estaban esperando y nos tenían ganas. Nos pasaron por encima. Eso sí, yo metí el 50% de los goles de mi equipo. El problema es que perdimos 20 a 4. Pasamos mucha vergüenza y el cachondeito que sufrimos en nuestro colegio fue grande.

También me hace ilusión comentar algunos apuntes de cómo era el balonmano de entonces y como lo vivíamos. Lo primero que hay que decir, es que ya era complicado explicar a que jugabas, no estaba muy generalizado en que consistía el balonmano, llamado entonces “en sala“ o balonmano “a siete“. Hay que recordar que estaba muy cerca todavía el originario balonmano que se jugaba por equipos de once jugadores y en campo de fútbol.

Desde luego la PEGA no se conocía, yo hubiera pensado si entonces me lo hubieran planteado, que el darse pega sería ilegal. Los que tenían la mano pequeña y no podían sujetar el balón con los dedos, lo recogían en la palma de la mano haciendo una especie de cazoleta. Había quien conseguía con mucha habilidad buenos disparos a puerta con esta técnica. Recuerdo a mi compañero R. Anía (actualmente conocido profesional del Marketing y la publicidad) que lo hacia francamente bien con esa técnica.

No recuerdo las faltas en ataque, tampoco se nos pitaba pasivo. Si alguna vez defendiendo metías la mano y si el balón caía en tu área y lo cogía el portero te pitaban penalti. El fuera de banda lo entendíamos como en el baloncesto. Si disputando un balón lo tocabas dos veces en el aire sin que cayese al suelo, te pitaban dobles (actualmente este tema aun no lo tengo claro).

El mayor problema que había entonces es que todos los campos eran descubiertos y de cemento o asfalto (nosotros seguíamos entrenando en tierra y piedras) y claro jugar de extremo o pívot rallaba la heroicidad, por que un resbalón por el suelo era terrorífico. Nos poníamos todo tipo de aditamentos, coderas, rodilleras, tobilleras, etc., parecíamos jugadores de fútbol americano. Yo recuerdo que tuve un “quemazo” con perdida de tejido que me duro todo el curso. También recuerdo la impotencia que se sentía al tener que jugar algunos partidos con el balón totalmente empapado por la lluvia.

Los campos también eran de lo mas variopinto, recuerdo que había un campo en la Salle Montemolín que era tan corto y estrecho que desde el centro del campo se podía tirar a puerta y en los extremos, entre la línea del área y la de fuera no había sitio prácticamente había que jugar a la pata coja.

Pero no todo era tan duro. Nuestro colegio, que era muy moderno hacía jornada inglesa y hacía fiesta los sábados por la parte, mientras que la mayoría de los colegios guardaban fiesta los jueves por la tarde (jornada española), Esto para nosotros era un chollo puesto que los partidos eran los jueves y entonces nosotros teníamos doble fiesta semanal.

 También algunos jueves se celebraban partidos de preparación para la selección, citaban a jugadores de distintos colegios, con vistas a formar la selección final (aquella que como ya dije se quedó campeona de España), yo fui citado para algún partido de aquellos, pero no recibí la llamada final. Mi ventaja de ser zurdo no me sirvió para tanto, pero desde entonces me ha gustado la palabra preseleccionada.

Por aquel entonces en el bachillerato había un corte terrorífico que era la reválida que se hacía en cuarto para completar el bachillerato elemental y en sexto para completar el bachillerato superior. La singularidad que tenían las reválidas es que las tenías que pasar examinándote ante el Estado, nunca en tu colegio, en Zaragoza los masculinos nos teníamos que examinar en el Instituto Goya, por supuesto del Estado y ante un tribunal ajeno a los colegios. Esto producía un atasco monumental de repetidores en cuarto de bachillerato. A ese curso se llegaba, si eras buen alumno y no habías repetido, con catorce años, pero te podías encontrar con compañeros de 16, 18 y hasta 20 años y no exagero. Esto viene a cuento para decir que en los equipos juveniles de los colegios siempre había jugadores que nos hacían dudar de su edad. Nunca supe la edad que tenía mi compañero Genaro (seguro que el mejor jugador del equipo).

Con respecto a las tácticas de juego, ahora parecerían extrañas, por ejemplo muchos equipos usábamos pívots muy pequeños y escurridizos (Chirri en Santo Tomás, Moisés más tarde cuando jugué en Helios, por ejemplo). Los cambios defensa ataque “no estaban previstos” y el central que solía ser el que mejor defendía luego se tenía que manejar en ataque. Tampoco estaba muy establecido por todos, que los zurdos tuviesen que jugar a la derecha y los diestros a la izquierda. A veces en los extremos cuando jugabas “cambiado” teníamos que intentar el tiro rectificado (recordemos, en la actualidad algunos tiros de Amadeo Sorli cuando ha sustituido a Cartón).

Los golpes francos, que ahora salvo en pasivo no se explotan, entonces eran jugadas importantes, nos colocábamos de espaldas tres en la línea de 9 metros escondiendo el balón y salíamos amagando todos dándole a otro el balón que era el que disparaba a puerta o penetraba.

Por fin Santo Tomás empezó a jugar sus partidos siempre en Corazonistas  (GRACIAS), también bajábamos a entrenar algún día. Aquello era la leche, por aquel entonces Corazonistas  tenía un edificio nuevo espectacular y moderno (ese en el que ahora han remozado su fachada), los vestuarios eran de lujo, agua caliente, duchas, espejos, bancos, etc. Aquellas instalaciones nos tenían subyugados y nuestros rivales nos tenían envidia (nuestro recreo de Santo Tomás nos parecía una broma). Los entrenamientos en Corazonistas eran terroríficos. En la parte de atrás cruzando el Huerva había un huerto y un ribazo con escaleras, donde nos daban auténticas palizas. El truco era subirlas y bajarlas a toda velocidad, primero de una en una, luego de dos en dos, de tres en tres, etc. Alguien que lea esto de Santo Tomás o de Corazonistas  recordará lo que era aquello. Nuestra relación con Corazonistas  fue muy importante. Incluso llegamos a jugar algún torneo con su camiseta, como se puede observar en la fotografía que se acompaña.

Como supongo que todos sabéis, Santo Tomás era un colegio (hoy por desgracia desaparecido) de la familia Labordeta, fundado por Miguel Labordeta padre, y allí nos daban clase entre otros sus hijos Miguel Labordeta (gran poeta fallecido), Manuel (hizo cosas de reconocimiento en el cine), José Antonio (poeta, cantautor, político y “mochilero”), y Donato (creo que fue su último director). Con respecto a los Labordeta tengo una anécdota graciosa, Manolo Labordeta tenía un hijo que se llamaba Juan Manuel (muy buen chaval, nunca alardeó de su docta jerarquía familiar en el colegio), este era algo mas joven y por tanto iba algún curso mas atrás, ya sabéis lo que supone ser de algún curso inferior en un grupo. Juan Manuel Labordeta, vino a jugar algún partido con nosotros, era gracioso ver que cuando aparecía su padre se producía el cambio de jugador y entraba a la cancha, realicé aquel cambio alguna vez. Juan Manuel Labordeta, con el tiempo formó parte del grupo PUTURRU DE FUA. (Aunque no sea para el balonmano que buena genética tiene esa familia).

Finalmente un recuerdo para los árbitros de aquella época. El arbitraje también se necesitaba didáctico y muchas veces nos tenían que explicar las reglas a la vez que nos las aplicaban. Recuerdo, entre otros, a Sendino, Tolosana, Pueyo (creo que fue arbitro internacional o por lo menos eso se decía), Isabelino (luego fue presidente de la federación), etc.


                                                      Buen balonmano y Buena suerte