Balonmano en color sepia III
Zaragoza a 7 de marzo de 2009
Aquel equipo de Santo Tomás finalmente se fue desmembrando. El entrenador Salvatella se fue a Barcelona para estudiar económicas. Enrique Oteo (el portero campeón de España), Manolo Decodes (tenía una derecha como un cañón) y yo con el plus de mi zurda, nos fuimos a entrenar, con los juveniles del Club San Fernando.
Por aquel entonces había en Zaragoza, el siguiente plantel de equipos de primer nivel: el Ademar en División de Honor ( primer nivel, hoy Asobal) y Helios, Hípica y Club San Fernando en Primera Nacional ( segundo nivel). Como veis el nivel no estaba nada mal. ¿ Nos podríamos imaginar que hoy hubiese en Zaragoza un equipo en Asobal y tres equipos en División de Honor B ¿. Bueno la verdad es que Primera Nacional tenía sectores, pero el sector de Aragón se formaba con Vascongadas (entonces se decía así lo que ahora es el País Vasco o Euskadi), Navarra, Cataluña, etc. Como veis aquel Sector era duro.
El Club San Fernando estaba auspiciado por los estamentos oficiales de la época, pero en el hecho deportivo tenía un gran peso. Tenía secciones de Atletismo con atletas de rango internacional como Alfonso Carlos de Andrés por ejemplo, Grecorromana donde destacaban los hermanos Feo con diversos campeonatos en su currículum, me suena que alguno de ellos paso a la lucha libre profesional. Aquí me apetece decir, que los sábados por la noche, en la Plaza de Toros, en verano, había combates de Lucha libre, con mucho público que acudían a ver a Catarecha y sus cabezazos, Félix Lambán y su corbata, el Inca Viracocha, Tony Rubio, etc. por lo que el invento del Wrestling no parece de los Americanos. También había disciplinas de Halterofilia, y por supuesto de Balonmano. Todas las secciones eran de gran nivel.
El San Fernando tenía su sede en lo que llamábamos la piscina de la Ciudad Jardín, el campo de balonmano estaba junto a la piscina. Como os podéis imaginar mas de una vez nos tocaba mojarnos para rescatar el balón.
Cuando llegamos los de Santo Tomás nos llevamos una sorpresa, pensábamos que íbamos fichados y en realidad nos encontramos con un montón de chavales entrenando para ver quién se quedaba.
El alma del equipo de balonmano del San Fernando, era Mariano Ibáñez, un muy veterano (por edad real) que vivía el balonmano con una intensidad espectacular y con una gran sensibilidad. Dotado de una gran clase su juego impartía lecciones. También estaba Liqui un Pivote grandullón que formaba una sociedad tremenda con Mariano, eran temidos en el ambiente aquel del balonmano Zaragozano (este Mariano me recuerda en muchos aspectos a otro que actualmente tenemos cerca). Liqui era un superdotado para el deporte, su apellido era Aguas ( alguno lo recordará como delantero centro del Aragón o Juventud). Algo así se llamaba entonces el filial del Real Zaragoza de fútbol.
El verano avanzaba y nadie nos decía si íbamos a quedarnos fichados. Una noche en el vestuario dije en voz alta “ pues si no me dicen pronto si me quedo tendré que dejar de venir”, se volvió Mariano Ibáñez y dijo “ tu olvídate que te quedas “. Aquello alivió mis ansias.
Finalmente formaron dos equipos juveniles el primer equipo San Fernando y el segundo que le llamaron Antorcha. Los de Santo Tomás formamos en el primer equipo. Aquella división entre primero y segundo equipo dibujo en el ambiente algún sin sabor, pero quedó en nada serio. Fue muy gracioso que en aquella noche en el partidillo de entrenamiento al hacer un cruce y amagar el tiro a puerta se me escapó el balón y me salió una bola blanda liftada que entró por la escuadra (solo yo sabía que se me había escapado el balón, bueno y Mariano que a solas me lo recordó)
Aquel verano practicamos muchos cambios tácticos, defensa 5-1 y 4-2. Ataque con dos pívots, mucha salida al contraataque, defensa al hombre, etc.. Comenzó la temporada, que era mi última de juvenil y la verdad es que disfrutamos mucho jugando, estaba deseando que llegase el domingo para jugar el partido. Aquella liga dejé el extremo y jugué de lateral zurdo en ataque (hasta entonces había atacado siempre de extremo defendiendo de interior y digo de interior porque entonces al lateral se le decía interior) . Hicimos una buena liga.
Una buena anécdota de ese año fue que al bueno del portero Oteo, un día le dieron un balonazo en la cara y no se nos ocurrió otra cosa que aliviarle dándole en toda la cara un buen tratamiento de “linimento”. Aquello se puso muy feo, el carrillo empezó a ponerse de color berenjena, varias semanas después aquello seguía pintado mal. Finalmente desapareció. Lo pasamos muy mal aunque con el tiempo nos hemos reído mucho de aquella historia.
En la esquina de la Ciudad Jardín había un bar que aún está y se llama Montesol. El padre de Manolo De Codes, que a veces nos venía a ver, nos ofrecía primas, que consistían en Coca Colas y tapas al acabar los partidos. Nos poníamos morados, pero eso sí, teníamos que ganar.
Recuerdo siempre el torneo Social de la sección de balonmano que jugamos aquel verano. Se formaban equipos con jugadores de balonmano y otros deportistas de las distintas secciones de Atletismo, Grecorromana, etc. A mí me tocó formar en el equipo de Liqui, ganamos todos los partidos y nos quedamos Campeones. El torneo se llamaba Galletas Asinez (siempre ha habido patrocinadores desinteresado). El trofeo además de la Copa incluía dos cajas de galletas para cada jugador. Me fui muy ufano con mis dos cajas de galletas para casa. A veces mi mujer me recuerda que lo mas serio que gane en el balonmano fueron dos cajas de galletas y unas cuantas roturas de dedos.
Como anécdota de aquel torneo decir que en uno de los equipos a los que nos enfrentamos jugaba Alfonso Carlos de Andrés, gran atleta español, con distintos records españoles en jabalina, peso y disco. Por ejemplo lanzó jabalina en la Olimpiada de Roma del 60. Cuando se te avalanzaba hacia la barrera para tirar a puerta era impresionante y sentías un escalofrío rogando que encontrase hueco ( no se porque ahora recuerdo los arreones de Vatne). Una vez que le dio al larguero, hubo que volver a poner la portería en su sitio,
Así éramos entonces y así nos divertíamos.
Buen balonmano y buena suerte.
Balonmano en color Sepia IV
Zaragoza a 10 de abril de 2009
Me ha producido una gran alegría ver la aparición de ARTILLERIA EN SEPIA .Creo que habrá mucha gente con mas opciones que yo, que podrá aportar relevancia a esta sección. Yo voy a seguir con mis cosas.
Recordaba en el artículo anterior mi paso por el Club San Fernando. Aquella temporada (estamos hablando de los años sesenta del siglo pasado ) mi juego, creo que sufrió una progresión importante. Era mi última temporada de juvenil y de varios equipos me llegaban propuestas de fichaje. En Helios tenía algunos amigos y también me trajeron comentarios de propuestas de posible fichaje.
Se concertó un partido amistoso al final de la temporada entre el San Fernando y Helios. En aquel partido yo me quería lucir y la verdad es que creo que lo conseguí. Mi tiro de cadera con la zurda parece que gustaba mucho y aquel día lo utilicé varias veces con buen resultado. Al finalizar el partido Jaime Romero entrenador del segundo equipo de Helios habló del tema y ya me fui con ellos para fichar.
Aquello se concretó y yo estaba como en una nube, ir a Helios me parecía lo máximo. Tengo que decir, en este punto, que Helios en aquella época era un Club de gran categoría a nivel nacional. No solo estoy hablando de Balonmano, este Club disfrutaba de gran prestigio en los primeros niveles del deporte nacional. Solo hay que recordar sus equipos y secciones deportivas como el Helios referente del baloncesto español de la época, Waterpolo, quién no se acuerda de lo que hizo este equipo (Jané incluido) en remo y piragüismo había distintos campeones nacionales, en tenis se podía disfrutar viendo jugar a algún Top Ten, en jockey sobre patines se luchaba por el ascenso con los equipos catalanes, por no hablar de, pelota mano, pala corta, etc. ( los partidos de Javier Minguez y su tío haciendo pareja abarrotaban el frontón), también estaba la sección de natación y sus logros, etc.
Los fines de semana Helios era un espectáculo completo, la gente en pleno invierno abarrotaba las instalaciones desde las primeras horas y disfrutaba viendo los partidos de primer nivel y competiciones que se desarrollaban en todos los deportes. Allí muchos pasaban el día, que lo podían completar hasta con misa, vermouth y menú-comedor. Por desgracia este Club como algunos otros, fue muy perjudicado por la irrupción del profesionalismo en el deporte y con el tiempo fueron perdiéndose de las posiciones privilegiadas que habían conseguido con tanto esfuerzo, pero es bueno recordar lo que han significado.
En la sección de balonmano de Helios estaba el primer equipo ( segundo nivel nacional) luchando siempre con ilusión puesta en algún día ascender a la División de Honor, y el segundo equipo (tercer nivel) al que me incorporé con mi fichaje.
Hay muchas anécdotas que podría contar. Una de ellas por ejemplo, sería que las plantillas estaban formadas por jugadores de la cantera del propio Club y los fichajes de externos o extranjeros (algunos utilizaban este término), yo claro era de los externos. Lo curioso del tema era que al fichar a los externos nos daban carnet de socios deportivos y no pagábamos ni la mensualidad de socio, ni anualidad, ni la aportación a fondo perdido que se pagaba en estos Clubs y que era de importante cuantía. La mensualidad de socio, que no pagábamos eran 75 pesetas, cantidad importante para aquellos tiempos y que nos salpicaba de cierto tonillo profesional. Algún comentario se daba de que además de no pagar jugábamos buenos minutos.
Tal era la ilusión que me había producido el fichaje que alardeaba de él en cuanto podía. Tenía un primo pequeño al que le contaba y no paraba. Resulta que aquel chaval con el que yo trataba de fardar era un tal Juan Carlos Val Terrer que con el tiempo sería velocista campeón de España, equipo nacional 4X100, Juegos del Mediterráneo, etc., y yo contándole mis pequeñeces. Por desgracia está fallecido.
En la plantilla a la que me incorporé había muy buen rollo, estaban entre otros: Saxo ( José Antonio Sobradiel, prefería el apodo) gran lateral, con mucha envergadura, recuerdo sus apariciones en partidos del equipo nacional cuando salía del banquillo a lanzarles los penaltis a equipos importantes como el Bidasoa, etc. Ernesto Guillén, otro lateral que tubo recorrido en el nivel superior, su primo Alberto que jugaba de extremo, Mariano Peralta (un extremo diestro que practicaba el tiro rectificado), Moisés un pívot de no mucha talla pero grandes resultados, el portero Julito Vélez (muy espigado y un poco loco, dicho con cariño, como todos los grandes porteros), el otro portero José Ignacio (con maneras de Fútbol), Tano (central con gran coraje) y los zurdos que éramos Vallespín y Yo. Siento si me dejo algunos. El entrenador era, como ya he dicho antes Jaime Romero.
Con aquella buena gente, con la que pasaría grandes momentos, comencé muy ilusionado mi nueva etapa en Helios.
Entre nosotros decíamos que jugábamos a balonmano y nos pasaba desapercibido que con nuestras pequeñas aportaciones y dedicación estábamos ayudando a impulsar este deporte nuestro.
Buen balonmano y buena suerte.
Fdo: Handval
Balonmano en color Sepia V
Zaragoza a 15 de junio de 2009
Hoy con la temporada del CAI Aragón acabada, con el bonus de la EHF casi conseguido y con la formación de una nueva plantilla ilusionante me siento relajado y con ganas de volver a mis historias.
Recordar que eran los años 60, había finado mi época de juvenil, había fichado por Helios y comencé a jugar en el 3º nivel nacional. El equipo pese al concepto amateur de sus fichajes tenía un tono profesional en sus maneras. Los entrenamientos tenían gran intensidad y duración, allí estábamos lunes, miércoles y viernes entrenando desde las 20 horas a las 21:30 horas. Querría contar en este punto que el puente de Santiago no existía y que había una pasarela de peaje en su lugar, es decir pasar a entrenar a Helios nos costaba dinero pero peor fue cuando desactivaron la pasarela y nos tuvieron unos años que teníamos que dar la vuelta por el puente de Piedra para cruzar el río, algunas veces Mariano Peralta venía con la furgoneta de su empresa familiar (pescadería) y nos montaba a todos para pasar el río. Gracias por su esfuerzo pero el olor a pescado resultaba muy persistente. A veces nos metíamos en la Dos Caballos (citroen) seis u ochos colegas.
Nuestro equipo entrenaba con el de superior nivel (primera nacional), que entrenaba Juan Antonio Mazón (con el que coincidí alguna vez en el Pabellón Príncipe Felipe pero actualmente fallecido). En aquel equipo había un nivel tremendo (primera nacional era el segundo nivel nacional). En el estaban los porteros Arilla (con maneras de fútbol). Tierra (con unos pies espectaculares). Luisín Chicot (todo clase) su hermano Pedro José (su obsesión por sus estudios era enseñarnos a calentar, para evitar lesiones.). Félix Furquet y su hermano Carlos. Por cierto la primera vez que vi una vaselina desde el extremo cerrado, se la vi hacer a Félix y se la marcó nada menos a Hualde el portero entonces de la selección y del Anaitasuna de Pamplona, entonces uno de los mejores equipos de España.
También jugaba de lateral Figols (industrial del mercado Central). Se da la anécdota de que aquel año cambiaron la equipación al primer equipo de Helios y nosotros la heredamos. A mi me tocó la de Figols, que como tenía un cuerpo generoso me venía grandísima. Esto ha permitido que esa talla me sirva todavía actualmente. Este chándal ha recibido cierta “fama” al aparecer en alguna foto en el blog de la Artillería Naranja. Tiene la friolera de más de 45 años. Lo guardo como una reliquia y si alguna vez se crea una sala de “La historia del balonmano” no me importará donarlo.
El hecho que mas me impresionaba en aquel momento, es que en el Helios de primera nacional, jugaba Andonegui jugador entonces de la selección nacional. Este amigo vino a estudiar medicina a Zaragoza y fichó por Helios siendo internacional en vigor. Era un lujazo entrenar con él. Marcar la camiseta de la selección nacional era algo especial y lo digo porque alguna vez venía a entrenar con esa equipación. También aquello nos permitió participar en algún corrillo con Domingo Barcenas seleccionador nacional, ya que de vez en cuando vino a ver a Andonegui.
En relación con Domingo Barcenas tengo un recuerdo que me ha quedado. Jugábamos un torneo cuadrangular en la Hípica y en la banda estaba con un grupo de personas el seleccionador, salí a cortar un pase de lateral a lateral y recorrí el campo como una flecha y finalice el contraataque superando al portero con una bola blanda, volví lentamente a mi defensa y gustándome, al pasar por el grupo el seleccionador, este me dijo “ bien zurdico bien”. Esa frase se manejó mas de una vez por el vestuario y me la soltaban en lo bueno y en lo malo.
Por cierto, la copa que ganamos en aquel torneo la cogió Saso, dijo esta para mi casa y salió corriendo con ella.
Y aquí dejo estas historias para otro rato.
Buen balonmano y buena suerte.
Fdo: Handval